Katiuska, Ingeniero de Sistemas.

 

Tengo tres semanas desde que comencé mis terapias con Verónica y sólo puedo decir que soy una persona totalmente diferente a lo que era, ella me ha ayudado a entender varias cosas, la importancia de entender tu verdad y cómo actuar según a tus verdaderos sentimientos, al conocerte a tí mismo te vas conectando con la sabiduría interna que cada uno tenemos. Super feliz con mi cambio, ahora veo y siento mi vida diferente. Sin más nada que decir super recomendadas sus terapias. Las conversaciones con Vero son muy amenas y mi consejo es abrir la mente para que así puedas ver tus frutos.


Sigal, Quiromasajista

 

Toda mi vida fui a muchos psicólogos que me ayudaron pero nunca lograba sanar completamente.

En un momento pensé que tendría que aprender a vivir arrastrando el pasado, hasta que conocí a Verónica,una mujer hermosa, luminosa, con una sabiduría y humildad sorprendente.

Con la terapia Áurea me ayudó muchísimo, aprendí a amarme, descubrí muchas cosas de mí, a mirar la vida con otra perspectiva y que en la vida no hay límites, todo es posible y que cada situación es un aprendizaje que tenemos que trascender.

La primera sesión fue increíble, me conecté con mi esencia y al salir sentí un peso menos de encima. Iba a probar y tomar una o dos terapias y como cada sesión fue cada vez mejor, ya llevo tres meses en ésta terapia y es parte de mi, es mi espacio y la disfruto muchísimo como ninguna otra terapia.

Agradezco a Dios por haber conocido a Verónica, es una terapia que andaba buscando hace muchos años, ahora realmente me siento en armonía y vivo mi vida como quiero vivirla.


Sofia, Odontóloga

 

llegar a la Vero fue algo que siempre soñé, anhelé y esperaba con ansias. No sabía que era lo que buscaba hasta que en la primera sesión, cuando la conocí, supe que era eso. A pesar de que muchas veces me lo dijeron y que teóricamente sabía que necesitaba una conexión con mis emociones, la Vero me mostró concretamente que todas las respuestas estaban en mi, al fin logré verlas y logré conectarme con mi alma. Hoy me siento feliz y plena, gracias a la vida que me llevó a ella. Encontré el camino que tanto quería. Es real , es posible y todo depende de uno mismo. Desde la primera sesión todo cambió, porque yo cambié, hoy estoy en el camino correcto, iluminada por una gran maestra que solo me ha dado amor, y así exponencialmente yo también estoy vibrando en amor a todo mi alrededor. Hoy sé que no estoy sola, porque tengo lo más importante, me tengo a mi.


Debora, Educadora.

 

Todo bajo el cielo tiene su hora y cuando uno logra comprender que hay tantos ritmos de sanación como personas en proceso, no queda más que agradecer. Para sanar no hay receta, simplemente hay que tener la voluntad de hacerlo a consciencia y ser responsable de los pasos que se requieren para mejorar cada día. Con Verónica pude observar en mí un avance que pocas veces se logra con tanta rapidez en terapias tradicionales. Lo que a veces puede tomar meses, yo lo estoy logrando en semanas.

Es una suma de voluntad, responsabilidad y sin duda la experiencia empírica de Verónica.

Gracias, gracias. gracias.


Nirza, Abogada.

 

Conocí a Verónica, siguiendo los pensamientos positivos que publica en su Instagram, llevo algunos meses en terapia con ella y definitivamente ha sido un ángel que Dios puso en mi camino, el año pasado me detectaron una delicada enfermedad y el mundo se me vino encima, mi estado de ánimo cambió, estaba muy mal anímicamente; la contacté para tener terapia con ella y me contestó enseguida, al conocerla me di cuenta que irradiaba mucha luz y ternura, además de poseer un acabado conocimiento de las terapias que realiza. Ella me ha devuelto el buen estado de ánimo, me ha hecho ver mis fortalezas y darme cuenta que puedo salir adelante de la difícil situación que estoy viviendo, me acompaña con la palabra exacta cuando la necesito, siempre está preocupada de cómo va todo lo mío, de verdad, me ha cambiado la vida; siempre he pensado que las casualidades en la vida no existen, necesitaba un milagro en mi vida y Dios me hizo conocer a Verónica. Gracias, gracias, gracias.